Un informe del Ministerio de Ambiente señala que entre el año 2000 y 2017 Ecuador perdió 413.575 hectáreas agrícolas, siendo el maíz seco, arroz y cacao los más afectados, lo cual habría representado USD424´568 387.
La cartera de Estado explicó que esto ocurre por la falta de proyectos de ingeniería que aumenten la capacidad de regulación de la distribución del recurso hídrico y de una mayor capacidad de almacenamiento para afrontar épocas de niveles bajos de precipitación.
Según el documento, los agricultores dedicados a la producción de arroz y maíz duro seco son los más perjudicados por la sequía, debido a la precariedad de sus sistemas de producción y a la falta de acceso al sistema crediticio.
En el caso del maíz, el viceministro de Desarrollo Rural, Hernán Mendoza, anunció que se prevé la importación de 100 000 toneladas del grano para abastecer al mercado local, pues la producción local no es suficiente.
En ese marco el Gobierno lanzó el Plan Nacional de Sequía a fin de brindar las directrices necesarias para una gestión adecuada de la sequía tanto actual como futura.
Hay cuatro metas: incrementar la capacidad predictiva del sistema de monitoreo hidrológico y meteorológico. Mejorar la coordinación e involucramiento de las instituciones gubernamentales, sector privado y academia. Incluir en los Planes de Ordenamiento Territorial, herramientas de prevención y recuperación. Reducir las pérdidas por sequía en el sector agropecuario.
Ambiente agregó que, además, está próximo a elaborar el Plan de Acción para la Neutralidad de la Degradación de la Tierra. Este 5 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Suelo.
Rafael Guerrero, presidente de la Cámara de la Segunda Zona de Agricultura, cree que el plan no es suficiente. El principal problema, explicó, es que no hay infraestructura en las zonas secas de la región Costa, por ejemplo. Dijo que tienen un reporte que indica que se debe incorporar 200 000 hectáreas a través de un sistema para construir canales de riego. Ello demandaría USD 300 millones: “Hay que distribuir el agua del río Daule a las zonas secas a través de canales, solo así se disminuirá el impacto de las sequías. Cada año, previo al inicio de los inviernos, un 50% de agricultores no empieza a sembrar arroz, maíz o cacao porque no hay acceso al agua”.

Fuente: El Comercio, Pichincha Universal, EcuaPost